viernes, octubre 19, 2012

El huevo

The Egg
By: Andy Weir
Translation: Ezequiel Aranda

Ibas camino a tu casa cuando falleciste.
Fue un accidente de tránsito. Nada extraordinario, pero sin embargo fatal. Dejaste atrás una esposa y dos hijos. Fue una muerte indolora. Los paramédicos dieron todo de si para salvarte, pero no hubo caso. Tu cuerpo estaba tan destrozado, que hasta fue mejor así, créeme.
Y fue entonces que nos encontramos
.
“¿Qué… Qué pasó?” Preguntaste. “¿Dónde estoy?”
“Moriste”, respondí con naturalidad. No tenía sentido medir mis palabras.
“Había… un camión y estaba derrapando…”
“Sip”, dije.
“Yo… ¿Morí?”.
“Sip. Pero no te sientas mal al respecto. Todos mueren”.
Miraste alrededor. No había nada. Solo tu y yo. “¿Qué es este lugar?” Preguntaste. ¿Es el más allá?
“Más o menos”.
“¿Usted es Dios?”
“Si, soy Dios”.
“Mis hijos… mi esposa”. Preguntaste.
“¿Qué hay con ellos?”
“¿Estarán bien?”
“Eso me gusta. Acabas de morir y tu principal preocupación es tu familia. Eso es muy bueno”.
Me miraste con fascinación. Para ti, no me veía como Dios. Sólo me veía como un tipo común. O posiblemente una mujer. Una vaga figura de autoridad, quizás. Más como una maestra de gramática, que como el Todopoderoso.
“No te preocupes. Ellos estarán bien. Tus hijos te recordarán como alguien perfecto en todo aspecto. No tuvieron tiempo para llegar a despreciarte por algo en particular. Tu esposa llorará por fuera, pero sentirá alivio por dentro. A decir verdad, tu matrimonio se estaba cayendo en pedazos. Si te sirve de consuelo, se sentirá culpable al sentir alivio”.
“Oh”, dijiste. “Entonces, ¿Qué pasa ahora? ¿Me voy al Cielo, o al Infierno, o algo así?
“Ninguno. Serás reencarnado”.
“Ah, entonces los hindúes tenían razón”.
“Todas las religiones están en lo cierto, a su manera”, contesté. “Camina conmigo”.
Me seguiste mientras cruzábamos el vacío. “¿Adonde vamos?”
“A ningún lugar en particular. Se siente bien caminar mientras hablamos”.
“¿Y cuál es el punto entonces? Preguntaste. “Cuando renazca, seré solamente una pizarra en blanco, ¿Verdad? Un bebé. Todas mis experiencias y todo lo que hecho en esta vida no importará”.
“No exactamente. Llevas contigo todo el conocimiento y las experiencias de todas tus vidas pasadas. Sólo que no lo recuerdas ahora mismo”.
Paré de caminar y te tomé por los hombros. “Tu alma es mucho más magnífica, bella, y gigantesca de lo que puedas imaginar. Una mente humana solo puede contener una pequeña fracción de lo que eres. Es como apoyar tu dedo en un vaso con agua para sentir su temperatura. Pones una pequeña parte de ti contra el recipiente, y para cuando la quitas, habrás obtenido el conocimiento que poseía”.
“Has estado dentro de un humano por los últimos 48 años, por lo que aún no te has extendido, para sentir tu inmensa consciencia. Si pasáramos el suficiente tiempo aquí, comenzarías a recordarlo todo. Pero no tiene sentido hacer eso entre cada vida”.
“¿Cuántas veces he reencarnado?”
“Oh, muchas. Muchísimas. Y en muchísimas vidas diferentes”. Dije. “Esta vez serás una campesina china, en el año 540 AC”.
“Espera, ¿Qué?”. Tartamudeaste. “¿Me enviarás de vuelta en el tiempo?”
“Bueno, técnicamente, sí. El tiempo como lo conoces, solo existe en tu universo. Las cosas son algo distintas de donde yo vengo”.
“¿De dónde vienes?”
“Mmm… Yo vengo de un lugar. Un lugar distinto. Y allí hay otros como yo. Se que querrías saber como es este lugar, pero honestamente, no entenderías”.
“Oh,” Dijiste algo desilusionado. “Un momento… Si soy reencarnado en distintos lugares en el tiempo, en algún punto podría haber interactuado conmigo mismo”.
“Seguro. Pasa todo el tiempo. Y con ambas vidas conscientes únicamente de sí mismas, tu nunca sabes que este encuentro está sucediendo”.
“¿Cuál es el punto de todo esto, entonces?”
“¿Enserio?” Pregunté. ¿Me estás preguntando cuál es el sentido de la vida? ¿No está un poco estereotipado?”
“Bueno, es una pregunta razonable”. Persististe.
Te miré a los ojos. “El significado de la vida, la razón por la que creé este universo, es para que madures”.
“¿Querrás decir la humanidad? ¿Quieres que maduremos?”
“No, solo tú. Creé este universo para ti. Con cada vida creces, maduras, y te vuelves un intelecto mayor”.
“¿Solo yo? ¿Qué hay de los demás?”
“No hay nadie más”. Dije. “En este universo solo estamos tú y yo”.
Me miraste fija, e inexpresivamente. “Pero toda la gente en la Tierra…”
“Todos son tú. Diferentes encarnaciones de ti mismo”.
“O sea que, ¿Yo soy todos?”
“Ahora lo estás entendiendo”, te dije palmeándote la espalda a manera de congratulación.
“¿Yo soy cada humano que ha vivido?”
“Y cada humano que vivirá. Exactamente”.
“¿Soy Abraham Lincoln?”
“Y eres John Wilkes Booth, también”. Agregué.
“¿Soy Hitler?”. Preguntaste apaleado.
“Y los millones que asesinó”.
“¿Soy Jesús?”
“Y todos sus seguidores”.
Te quedaste en silencio.
“Cada vez que trataste injustamente a alguien”, dije “te lo estabas haciendo a ti mismo. Cada acto de amabilidad que has hecho, te lo has hecho a ti mismo. Cada momento feliz y cada momento triste experimentado por un ser humano fue, o será, experimentado por ti”.
Lo pensaste por un largo tiempo.
Luego me preguntaste, “¿Por qué? ¿Por qué hacer todo esto?”
“Porque algún día, te volverás como yo. Porque eso es lo que eres. Eres uno de los míos. Eres mi hijo”.
“Wow,” exclamaste incrédulo. “¿Dices que soy un dios?”.
“No. No todavía. Eres un feto. Aún estás creciendo. Una vez que hayas vivido cada vida humana a través de los tiempos, habrás crecido lo suficiente como para nacer”.
“Entonces, el universo entero es solo…”
“Un huevo”. Respondí. “Ahora es momento de que continúes hacía tu próxima vida”.
Y te envié hacía ella.

martes, octubre 02, 2012

2 de Octubre.. no se olvida!



Nutrida Balacera provocó en Tlatelolco un Mitin Estudiantil
Elena Poniatowska / La Afición
Todos los testimonios coinciden en que la repentina aparición de luces de bengala en el cielo de la Plaza de las Tres Culturas de la Unidad habitacional Nonoalco-Tlatelolco desencadenó la balacera que convirtió el mitin estudiantil del 2 de octubre en la tragedia de Tlatelolco.
A las cinco y media del miércoles 2 de octubre de 1968, aproximadamente diez mil personas se congregaron en la explanada de la Plaza de las Tres Culturas para escuchar a los oradores estudiantiles del Consejo Nacional de Huelga, los que desde el balcón del tercer piso del edificio Chihuahua se dirigían a la multitud compuesta en su gran mayoría por estudiantes, hombres y mujeres, niños y ancianos sentados en el suelo, vendedores ambulantes, amas de casa con niños en brazos, habitantes de la Unidad, transeúntes que se detuvieron a curiosear, los habituales mirones y muchas personas que vinieron a darse una "asomadita". El ambiente era tranquilo a pesar de que la policía, el ejército y los granaderos habían hecho un gran despliegue de fuerza. Muchachos y muchachas estudiantes repartían volantes, hacían colectas en botes con las siglas CNH, vendían periódicos y carteles, y, en el tercer piso del edificio, además de los periodistas que cubren las fuentes nacionales había corresponsales y fotógrafos extranjeros enviados para informar sobre los Juegos Olímpicos que habrían de iniciarse diez días más tarde.
Hablaron algunos estudiantes: un muchacho hacía las presentaciones, otro de la UNAM, dijo: "El Movimiento va a seguir a pesar de todo", otro del IPN: "...se ha despertado la conciencia cívica y se ha politizado a la familia mexicana"; una muchacha, que impresionó por su extrema juventud, habló del papel de las brigadas. Los oradores atacaron a los políticos, a algunos periódicos, y propusieron el boicot contra el diario El Sol.
Desde la rampa del tercer piso vieron cómo hacía su entrada un grupo de trabajadores que portaba una manta: "Los ferrocarrileros apoyamos el Movimiento y desconocemos las pláticas Romero FIores-GDO." Este contingente obrero fue recibido con aplausos. El grupo de ferrocarrileros anunció paros escalonados desde "mañana 3 de octubre en apoyo del Movimiento Estudiantil".
Cuando un estudiante apellidado Vega anunciaba que la marcha programada al Casco de Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional no se iba a llevar a cabo, en vista del despliegue de fuerzas públicas y de la posible represión, surgieron en el cielo las luces de bengala que hicieron que los concurrentes dirigieran automáticamente su mirada hacia arriba. Se oyeron los primeros disparos. La gente se alarmó. A pesar de que los líderes del CNH desde el tercer piso del edificio Chihuahua, gritaban por el magnavoz: "¡No corran compañeros, no corran, son salvas! . . . ¡No se vayan, no se vayan, calma!", la desbandada fue general. Todos huían despavoridos y muchos caían en la plaza, en las ruinas prehispánicas frente a la iglesia de Santiago Tlatelolco. Se oía el fuego cerrado y el tableteo de ametralladoras. A partir de ese momento, la Plaza de las Tres Culturas se convirtió en un infierno.
En su versión del jueves 3 de octubre de 1968 nos dice Excélsior: "Nadie observó de dónde salieron los primeros disparos. Pero la gran mayoría de los manifestantes aseguraron que los soldados, sin advertencia ni previo aviso comenzaron a disparar... Los disparos surgían por todos lados, lo mismo de lo alto de un edificio de la Unidad Tlatelolco que de la calle donde las fuerzas militares en tanques ligeros y vehículos blindados lanzaban ráfagas de ametralladora casi ininterrumpidamente…” Novedades, El Universal, El Día, El Nacional, El Sol de México, El Heraldo, La Prensa, La Afición, Ovaciones, nos dicen que el ejército tuvo que repeler a tiros el fuego de francotiradores apostados en las azoteas de los edificios. Prueba de ello es que el general José Hernández Toledo que dirigió la operación recibió un balazo en el tórax y declaró a los periodistas al salir de la intervención quirúrgica que se le practicó: "Creo que si se quería derramamiento de sangre ya es más que suficiente con la que yo ya he derramado." (El Día, 3 de octubre de 1968.)
Según Excélsior "se calcula que participaron unos 5 000 soldados y muchos agentes policiacos, la mayoría vestidos de civil. Tenían como contraseña un pañuelo envuelto en la mano derecha. Así se identificaban unos a otros, ya que casi ninguno llevaba credencial por protección frente a los estudiantes.
"El fuego intenso duró 29 minutos. Luego los disparos decrecieron pero no acabaron."
Los tiros salían de muchas direcciones y las ráfagas de las ametralladoras zumbaban en todas partes y, como afirman varios periodistas, no fue difícil que los soldados, además de los francotiradores, se mataran o hirieran entre sí. "Muchos soldados debieron lesionarse entre sí, pues al cerrar el círculo los proyectiles salieron por todas direcciones", dice el reportero Félix Fuentes en su relato del 3 de octubre en La Prensa. El ejército tomó la Plaza de las Tres Culturas con un movimiento de pinzas, es decir llegó por los dos costados y 5 mil soldados avanzaron disparando armas automáticas contra los edificios, añade Félix Fuentes. "En el cuarto piso de un edificio, desde donde tres oradores habían arengado a la multitud contra el gobierno, se vieron fogonazos. Al parecer, allí abrieron fuego agentes de la Dirección Federal de Seguridad y de la Policía Judicial del Distrito.
"La gente trató de huir por el costado oriente de la Plaza de las Tres Culturas y mucha lo logró pero cientos de personas se encontraron a columnas de soldados que empuñaban sus armas a bayoneta calada y disparaban en todos sentidos. Ante esta alternativa las asustadas personas empezaron a refugiarse en los edificios pero las más corrieron por las callejuelas para salir a Paseo de la Reforma cerca del Monumento a Cuitláhuac.
"Quien esto escribe fue arrollado por la multitud cerca del edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores. No muy lejos se desplomó una mujer, no se sabe si lesionada por algún proyectil o a causa de un desmayo. Algunos jóvenes trataron de auxiliarla pero los soldados lo impidieron."
El general José Hernández Toledo declaró después que para impedir mayor derramamiento de sangre ordenó al ejército no utilizar las armas de alto calibre que llevaba (El Día, 3 de octubre de 1968). (Hernández Toledo ya ha dirigido acciones contra la Universidad de Michoacán, la de Sonora y la Autónoma de México, y tiene a su mando hombres del cuerpo de paracaidistas calificados como las tropas de asalto mejor entrenadas del país.) Sin embargo, Jorge Aviles, redactor de El Universal escribe el 3 de octubre: "Vimos al ejército en plena acción; utilizando toda clase de armamentos, las ametralladoras pesadas empotradas en una veintena de yips, disparaban hacia todos los sectores controlados por los francotiradores." Excélsior reitera: "Unos trescientos tanques, unidades de asalto, yips y transportes militares tenían rodeada toda la zona, desde Insurgentes a Reforma, hasta Nonoalco y Manuel González. No permitían salir ni entrar a nadie, salvo rigurosa identificación." ("Se Luchó a Balazos en Ciudad Tlatelolco, Hay un Número aún no Precisado de Muertos y Veintenas de Heridos", (Excélsior, jueves 3 de octubre de 1968.) Miguel Ángel Martínez Agis reporta: "Un capitán del Ejército usa el teléfono. Llama a la Secretaría de la Defensa. Informa de lo que está sucediendo: 'Estamos contestando con todo lo que tenemos...' Allí se veían ametralladoras, pistolas 45, calibre 38 y unas de 9 milímetros." ("Edificio Chihuahua, 18 hrs.", Miguel Ángel Martínez Agis, Excélsior, 3 de octubre de 1968.)
El general Marcelino García Barragán, Secretario de la Defensa Nacional declaró: "Al  aproximarse el ejército a la Plaza de las Tres Culturas fue recibido por francotiradores. Se generalizó un tiroteo que duró una hora aproximadamente...
"Hay muertos y heridos tanto del Ejército como de los estudiantes: No puedo precisar en estos momentos el número de ellos.
"—¿Quién cree usted que sea la cabeza de este movimiento?"
—Ojalá y lo supiéramos. [Indudablemente no tenía bases para inculpar a los estudiantes.]"
—¿Hay estudiantes heridos en el Hospital Central Militar?"
—Los hay en el Hospital Central Militar, en la Cruz Verde, en la Cruz Roja. Todos ellos están en calidad de detenidos y serán puestos a disposición del Procurador General de la República. También hay detenidos en el Campo Militar número 1, los que mañana serán puestos a disposición del General Cueto, Jefe de la Policía del DF."
—¿Quién es el comandante responsable de la actuación del ejército?"
—El comandante responsable soy yo." (Jesús M. Lozano, Excélsior, 3 de octubre de 1968, "La libertad seguirá imperando". El Secretario de Defensa hace un análisis de la situación.)
Por otra parte el jefe de la policía metropolitana negó que, como informó el Secretario de la Defensa, hubiera pedido la intervención militar en Ciudad Tlatelolco. En conferencia de prensa esta madrugada el general Luis Cueto Ramírez dijo textualmente: "La policía informó a la Defensa Nacional en cuanto tuvo conocimiento de que se escuchaban disparos en los edificios aledaños a la Secretaría de Relaciones Exteriores y de la Vocacional 7 en donde tiene servicios permanentes. Explicó no tener conocimiento de la injerencia de agentes extranjeros en el conflicto estudiantil que aquí se desarrolla desde julio pasado. La mayoría de las armas confiscadas por la policía, son de fabricación europea y corresponden a modelos de los usados en el bloque socialista. Cueto negó saber que políticos mexicanos promuevan en forma alguna esta situación y afirmó no tener conocimiento de que ciudadanos estadunidenses hayan sido aprehendidos. En cambio están prisioneros un guatemalteco, un alemán y otro que por el momento no recuerdo." (El Universal, El Nacional, 3 de octubre de 1968.)
Los cuerpos de las víctimas que quedaron en la Plaza de las Tres Culturas no pudieron ser fotografiados debido a que los elementos del ejército lo impidieron ("Hubo muchos muertos y lesionados anoche", La Prensa, 3 de octubre de 1968). El día 6 de octubre en un manifiesto "Al Pueblo de México" publicado en El Día, el CNH declaró: "El saldo de la masacre de Tlatelolco aún no acaba. Hasta el momento han muerto cerca de 100 personas de las cuales sólo se sabe de las recogidas en el momento; los heridos cuentan por miles..." El mismo 6 de octubre el CNH, al anunciar que no realizaría nuevas manifestaciones o mítines, declaró que las fuerzas represivas "causaron la muerte con su acción a 150 civiles y 40 militares". En Posdata, Octavio Paz cita el número que el diario inglés The Guardian, tras una "investigación cuidadosa", considera como la más probable: 325muertos.
Lo cierto es que en México no se ha logrado precisar hasta ahora el número de muertos. El 3 de octubre la cifra declarada en los titulares y reportajes de los periódicos oscila entre 20 y 28. El número de heridos es mucho mayor y el de detenidos es de dos mil. A las cero horas aproximadamente dejaron de escucharse disparos en el área de Tlatelolco. Por otra parte, los edificios eran desalojados por la tropa y cerca de mil detenidos fueron conducidos al Campo Militar número 1. Cerca de mil detenidos fueron llevados a la cárcel de Santa Marta Acatitla, en esta ciudad. La zona de Tlatelolco siguió rodeada por efectivos del ejército. Muchas familias abandonaron sus departamentos con todas sus pertenencias después de ser sometidas a un riguroso examen y registro por parte de los soldados. Grupos de soldados de once hombres entraron a los edificios del conjunto urbano a registrar las viviendas. Al parecer, tenían instrucciones de catear casa por casa.
Hasta ahora el número de presos que continúan en la cárcel de Lecumberri por los acontecimientos de 1968 es de 165.
Posiblemente no sepamos nunca cuál fue el mecanismo interno que desencadenó la masacre de Tlatelolco. ¿El miedo? ¿La inseguridad? ¿La cólera? ¿El terror a perder la fachada? ¿El despecho ante el joven que se empeña en no guardar las apariencias delante de las visitas?... Posiblemente nos interroguemos siempre junto con Abel Quezada. ¿Por qué? La noche triste de Tlatelolco —a pesar de todas sus voces y testimonios— sigue siendo incomprensible. ¿Por qué? Tlatelolco es incoherente, contradictorio. Pero la muerte no lo es. Ninguna crónica nos da una visión de conjunto. Todos —testigos y participantes— tuvieron que resguardarse de los balazos, muchos cayeron heridos. Nos lo dice el periodista José Luis Mejías ("Mitin trágico", Diario de la Tarde, México, 5 de octubre de 1968): "Los individuos enguantados sacaron sus pistolas y empezaron a disparar a boca de jarro e indiscriminadamente sobre mujeres, niños, estudiantes y granaderos... Simultáneamente, un helicóptero dio al ejército la orden de avanzar por medio de una luz de bengala... A los primeros disparos cayó el general Hernández Toledo, comandante de los paracaidistas, y de ahí en adelante, con la embravecida tropa disparando sus armas largas y cazando a los francotiradores en el interior de los edificios, ya a nadie le fue posible obtener una visión de conjunto de los sangrientos sucesos..." Pero la tragedia de Tlatelolco dañó a México mucho más profundamente de lo que lo lamenta El Heraldo, al señalar los graves perjuicios al país en su crónica ("Sangriento encuentro en Tlatelolco", 3 de octubre de 1968): "Pocos minutos después de que se iniciaron los combates en la zona de Nonoalco, los corresponsales extranjeros y los periodistas que vinieron aquí para cubrir los Juegos Olímpicos comenzaron a enviar notas a todo el mundo para informar sobre los sucesos. Sus informaciones —algunas de ellas abultadas— contuvieron comentarios que ponen en grave riesgo el prestigio de México."
Todavía fresca la herida, todavía bajo la impresión del mazazo en la cabeza, los mexicanos se interrogan atónitos. La sangre pisoteada de cientos de estudiantes, hombres, mujeres, niños, soldados y ancianos se ha secado en la tierra de Tlatelolco. Por ahora la sangre ha vuelto al lugar de su quietud. Más tarde brotarán las flores entre las ruinas y entre los sepulcros.


viernes, agosto 03, 2012

Validar si una cadena cumple con el formato de fecha especificado C#

 

public static bool IsDate(string inputDate)
{
bool isDate = true;
try{
    DateTime dateValue;
    dateValue = DateTime.ParseExact(inputDate,"yyyy-MM-dd",null);
}
catch{
    isDate = false;
}
return isDate;
}

Validar si una cadena es un RFC válido en C#

 

using System.Text.RegularExpressions;

public static bool isRFC(string tsInputRFC)
{
string lsPatron = @"^[A-ZÑ&]{3,4}[0-9]{2}[0-1][0-9][0-3][0-9][A-Z,0-9][A-Z,0-9][0-9A]$";
        Regex loRE = new Regex(lsPatron);
if (loRE.IsMatch(tsInputRFC))
return true;
else
return false;
}

lunes, julio 30, 2012

4to Artículo en PortalFOX - Códigos de Barras QR sin utilizar la API de Google.


Códigos de Barra QR sin usar la API de Google


Que tal Compañeros.

Navegando por la web, encontré una dll para la generación de códigos de barra de dos dimensiones QR.

Esta dll tiene una funcion llamada GenerateFile con la que de una manera simple, podemos generar el QR sin tantas complicaciones.

Código para generar un archivo

SET DEFAULT TO C:\DllQR\
DECLARE INTEGER GenerateFile ;
IN BarCodeLibrary.dll;
STRING cData, ;
STRING cFileName

GenerateFile("http://www.portalfox.com",'C:\DllQR\potalfoxQR.png')

            Texto a codificar       Archivo a generar

El archivo dll lo pueden descargar desde el sitio del creador.

O bien, la dll y ejemplo de código desde acá.

Solo basta recordarles que existen otros dos artículos del tema de QR:
Hasta la próxima!!


Baltazar Moreno
http://disxii.com
VFP9SP2 - Win7
Guadalajara, Jalisco, México

viernes, marzo 02, 2012

lunes, febrero 13, 2012

¿Acentuar MAYÚSCULAS?

Es seguido, cuando platico con amigos, conocidos sobre éste tema, y siempre quedamos en que cada quien hace lo que quiere.. en fin.

Yo alego, que SÍ deben acentuarse las mayúsculas, y que es por costumbre el que no se haga.. vamos mi  teoría es que la gente no lo hace porque las máquinas de escribir mecánicas, no podían hacerlo, si ponías una tilde y luego la letra mayúscula entonces se sobre escribía. Y pues se acostumbraron a no hacerlo aun cuando escribían a mano.

Lo mismo para los números romanos.. escriben el número 3 como III en lúgar de III, o sea.. les ponen unas líneas arriba y abajo porque la máquina de escribir así aparecía.

Vamos.. hace unos días fuimos a registrar a mi hijo, y la muy "!#$#$% Ignorante de la "Señorita" que escribió el nombre, al decirle.. oiga, ¿por qué no pone acentos?  me dijo.. ESTÁN EN MAYÚSCULAS, NO HAY PROBLEMA, ES LO MISMO. Y que conste que lo hizo en su PC. :@

Entonces.. fui al RAE a buscar información confiable al respecto y me topé con que es una "pregunta frecuente"

http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000018.nsf/(voAnexos)/arch8100821B76809110C12571B80038BA4A/$File/CuestionesparaelFAQdeconsultas.htm#ap22


  Las letras mayúsculas deben escribirse con tilde si les corresponde llevarla según las reglas de acentuación gráfica del español, tanto si se trata de palabras escritas en su totalidad con mayúsculas como si se trata únicamente de la mayúscula inicial:
  Su hijo se llama Ángel.
  ADMINISTRACIÓN
  ATENCIÓN, POR FAVOR.
  La Real Academia Española nunca ha establecido una norma en sentido contrario.
  La acentuación gráfica de las letras mayúsculas no es opcional, sino obligatoria, y afecta a cualquier tipo de texto. Las únicas mayúsculas que no se acentúan son las que forman parte de las siglas; así, CIA (sigla del inglés Central Intelligence Agency) no lleva tilde, aunque el hiato entre la vocal cerrada tónica y la vocal abierta átona exigiría, según las reglas de acentuación, tildar la i.

miércoles, enero 25, 2012

Cuarto cumpleaños de Meli

 

Primero, fue la fiesta en su escuela, el mero día 25.

25012012096

25012012092

Al sábado siguiente, hubo una pijamada en casa:

28012012109

Despertando el domingo… (a Ivette se le calló un diente)

Luego, el domingo, fue la piñata:

29012012114     29012012111

29012012116    29012012117

29012012120

Dale, dale, dale.. no pierdas el tino…

29012012130

29012012147

Abriendo sus regalos.

29012012155

Fuga!!

lunes, enero 02, 2012

Nacimiento José Armando Moreno Mejía

02012012016

Yo, a la espera de que me dejaran entrar al quirófano.

Llega José Armando a hacernos compañía.

02012012017

0201201202502012012028

Dios nos bendice nuevamente!!